El motivo de que presente este examen publicado en un blog, es por la sensilla razón de que en internet encontramos textos medievales y analisis de estos que no nos dicen más que lo obvio; análisis que cualquiera entiende a medias y que se desmoronan a la primer premisa, (punto del cual yo no quedo exento) y es por eso que presento un texto con la calidad de un examen aprobado. Confiando plenamente en la capacidad de uno de mis maestros de literatura medieval al haberme aprobado.
Fac. Filosofía y letras, UNAM Lengua y literaturas hispánicas
Examen de Literatura española (Medieval) II
Rodríguez Martínez, Saúl
Prof: Dr. Axayácatl Campos García Rojas(un gran medievalista a mi ver)
Examen de Literatura española (Medieval) II
Rodríguez Martínez, Saúl
Prof: Dr. Axayácatl Campos García Rojas(un gran medievalista a mi ver)
Análisis del “Romance de la jura de Santa Gadea”
El poema de la jura de Santa Gadea está escrito con un metro de dieciséis sílabas y con cesura cada ocho sílabas en el romancero de Alvar, el romancero del Cid aun está en octosílabos; ambos tienen rima asonante y en los dos textos encontramos arcaísmos tales como sancta, non, mátente, etc. así como el uso de apóstrofes para omitir la “e”. Este es un romance del romancero viejo, que bien se le puede considerar épico así como histórico y por ese carácter se narra en pretérito y en presente histórico por ejemplo: “las juras eran tan fuertes, que al buen rey ponen espanto;”(RA) hecho que le daba actualidad al romance aunque se cantara tiempo después y haciendo su función informativa o de noticiero, semejante al corrido actual. Entre sus fórmulas mnemotécnicas maneja por ejemplo:
1. adjetivales: Al buen rey, caballero probado.
2. de repetición:
“Todos eran hijosdalgo,
todos son hombres mancebos,
ninguno allí no había cano,
todos llevan lanza en puño,”[1](RC)
3. paralelismos: “Tomábasela el buen Cid, ese buen Cid castellano”(RA)
[1] Este texto aparece en “El romancero del Cid” con algunas diferencias contra “El romancero viejo y tradicional” que recopila Manuel Alvar y abreviaré RC para el romancero del Cid y RA para el Romancero con prologo de Manuel Alvar.
Entre los motivos que podemos encontrar está el uso de puñales para matar al traidor y el uso de lanzas en los nobles o el hecho de que el Cid parta con trescientos caballeros.
Su temática es de materia cidiana y nacionalista y dentro de esto el suceso del cual parte el romance:
Tras la muerte de Sancho II (1072), el reino de Castilla pasó a su hermano Don Alonso (Alfonso VI), monarca leonés, sobre quien recaía la sospecha de haber participado en el asesinato del Rey castellano. Por ello, Alfonso fue obligado a prestar un juramento en Santa Gadea, que le deslinde de la muerte de su hermano; juramento que el Cid le obliga a tomar para reconocerse su vasallo. El hecho es conocido ampliamente y este evento se convierte en el romance que llaman: “La jura de Santa Gadea”. Este romance está cargado de la gran diferencia de estamentos y el nacionalismo que rigen en el medioevo castellano, además de exaltar al Cid como un buen vasallo de gran valentía. Este valor, hablando de valentía, del Cid, lo vemos cuando hace jurar al rey, quien es de un estamento superior al suyo y con un juramento tan fuerte que el rey duda en tomarlo: ¿por cobardía, porqué en verdad puede tener algo qué ver en la muerte de Sancho o porqué el Cid es de un estamento menor al suyo? dentro de esta jura y para apoyar más lo que menciono sobre la diferencia de estamentos y valentía de Rodrigo Díaz, cito:
Entre los motivos que podemos encontrar está el uso de puñales para matar al traidor y el uso de lanzas en los nobles o el hecho de que el Cid parta con trescientos caballeros.
Su temática es de materia cidiana y nacionalista y dentro de esto el suceso del cual parte el romance:
Tras la muerte de Sancho II (1072), el reino de Castilla pasó a su hermano Don Alonso (Alfonso VI), monarca leonés, sobre quien recaía la sospecha de haber participado en el asesinato del Rey castellano. Por ello, Alfonso fue obligado a prestar un juramento en Santa Gadea, que le deslinde de la muerte de su hermano; juramento que el Cid le obliga a tomar para reconocerse su vasallo. El hecho es conocido ampliamente y este evento se convierte en el romance que llaman: “La jura de Santa Gadea”. Este romance está cargado de la gran diferencia de estamentos y el nacionalismo que rigen en el medioevo castellano, además de exaltar al Cid como un buen vasallo de gran valentía. Este valor, hablando de valentía, del Cid, lo vemos cuando hace jurar al rey, quien es de un estamento superior al suyo y con un juramento tan fuerte que el rey duda en tomarlo: ¿por cobardía, porqué en verdad puede tener algo qué ver en la muerte de Sancho o porqué el Cid es de un estamento menor al suyo? dentro de esta jura y para apoyar más lo que menciono sobre la diferencia de estamentos y valentía de Rodrigo Díaz, cito:
“Villanos te maten, Alonso, villanos que non hidalgos,
de las Asturias de Oviedo que no sean castellanos;
mátente con aguijadas, no con lanzas ni con dardos;
con cuchillos cachicuernos, no con puñales dorados.”(RA)
en principio vemos la diferencia estamental al confrontar las armas nobles contra las aguijadas que son herramientas de arado, cuchillos cachicuernos de los villanos contra los puñales dorados de los hidalgos; recordemos también que Mío Cid es un infanzón y pertenece, dentro de la nobleza, a un estamento menor que el de Alfonso a quien ya se le podía considerar rey de Castilla. Ahora bien, veamos que en el momento de la jura Rodrigo Días aún no reconoce como su rey a don Alonso por tanto todavía es su enemigo por haber estado en asedio contra su señor Sancho, en Zamora por tanto podemos descartar que la duda de Alfonso para tomar juramento no tiene o tiene que ver menos con los estamentos a los que pertenecen ambos; lo que deja dos opciones para su negativa, y dado que toma el juramento, sólo podemos creer que el titubeo para hacer la jura, es por cobardía y el texto lo reafirma al decir “las juras eran tan fuertes, que al buen rey ponen espanto;”(RA), haciendo así ver al rey como un cobarde e inferior al Cid y por tanto opuesto a él.
El nacionalismo en este romance lo vemos principalmente en los versos cinco y seis, que dicen:
“Villanos te maten, Alonso, villanos que non hidalgos,
de las Asturias de Oviedo que no sean castellanos;”(RA)
se nota inmediatamente que para ellos es más honra en morir a manos de castellanos que por gente de las Asturias de Oviedo. Esta muerte también condena en alma al rey en caso de tener que ver con la muerte de su hermano, pues, el Cid dice que lo maten por las aradas y no en villas o poblados, lugares donde pueden encontrar fácilmente un cadáver, mas al morir en despoblado difícilmente se le daría santa sepultura y por tanto quedaría condenado al infierno al igual que Roy Vlasquez en la leyenda de los infantes de Lara. En la recopilación de Manuel Alvar, el rey Alonso hace el juramento tras las palabras del Cid y lo destierra, a diferencia del romancero del Cid, donde un caballero debe animar al rey Alfonso para que tome las juras:
“Haced la jura buen rey
no tengais d’eso cuidado,
que nunca fue rey traidor
ni papa descomulgado” (RC)
A pesar de no tener estos versos en el romancero de Alvar, la jura no pierde fuerza y pone en duda la inocencia de Alonso desde un principio pues el rey se asusta de tomar tal juramento. Ahora bien, es precisamente en estos versos donde implícitamente este caballero, que es cercano al rey, lo culpa y eleva sobre cualquier acusación “¿Qué le pueden hacer, aún si es culpable?”. Allí Rodrigo pone su lealtad y confianza en la palabra del nuevo rey, pues será su vasallo si no tiene partida en el asesinato de Sancho II. El Cid es puesto como buen vasallo a pesar de la duda que pesa sobre el rey, vemos esta obediencia de vasallo cuando Don Alonso le destierra por un año y el Cid se destierra por cuatro, por ser lo primero que manda su nuevo rey.
“-Vete de mis tierras, Cid, mal caballero probado,
y no vengas más a ellas dende este día en un año.
-Pláceme, dijo el buen Cid, pláceme, dijo, de grado,
por ser la primera cosa que mandas en tu reinado.
Tú me destierras por uno yo me destierro por cuatro.
Ya se parte el buen Cid, sin al rey besar la mano” (RA)
Para finalizar y enfatizar más lo del buen vasallo, observamos en el verso anterior que el Cid se va sin besar la mano de su señor, parafraseando el artículo sobre vasallaje que aparece en la revista “Arqueología, historia y viajes sobre el mundo medieval” de abril 2007, un hombre puede hacerse vasallo otorgándose como tal y besándole la mano para reconocerlo como su señor, este tipo de vasallaje no lo obliga a cumplir con acuerdos y obligaciones pues es por decirlo de algún modo “sólo de palabra” así pues en el romance, el Cid no besa la mano de su señor, porque no hace falta demostrar que él ya es quizá el más fiel de sus vasallos y con sólo su palabra comienza a tomar sus deberes de vasallaje pero también nos da a pensar que el no besar la mano sea por que no tiene sentido, dado que el vasallaje castellano permitía “…una vez transcurrido un año el vasallo podía abandonar la refilón de vasallaje por cualquier motivo…” y por tal razón no tenia caso besar la mano del rey si al volver de su destierro no de uno sino de cuatro años puede ya no ser su vasallo mas le sigue siendo fiel al rey pese a la situación de la jura.
Bibliografía para el análisis del romance.
-Alvar, Manuel. Romancero viejo y tradicional Ed.Porrua, S.A. pp.35, 36
-Anónimo Romancero del Cid Prologo de D. Manuel Mila Ed. Editora Nacional
pp.165, 166
-Manteca Valdelande, Víctor artículo: “Vasallaje medieval castellano” Revista Arqueología, historia y viajes sobre el mundo medieval No 17 pp.84, 85.
Cual es el tema del poema?
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